Cada que cumplo años, recuerdo lo inevitable que será dejar de cumplirlos algún día.

Puede que mi muerte venga pronto, o puede que suceda hasta cercano el siguiente siglo.

Puede que sea consciente al estar muriendo, o puede que la vida me bendiga con una dosis de demencia en el momento exacto en que esté sucediendo.

¿Será mejor morir consciente? ¿Se recibirá con cierto gozo el saberse yéndose?

Qué inclemente es la conciencia. Qué duro reconocer nuestra mortalidad.

Aunque, si no tenemos conciencia … ¿cómo recapitularemos?, ¿cómo sabremos si «valió» para algo todo esto?

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Aunque querramos negarlo, la presencia de la muerte nos acompaña sin chistar.

Ya sea en la mente, el cuerpo, o en nuestros entornos naturales o artificiales (ya empolvados), todo el tiempo se nos recuerda que solo estamos aquí por un rato y ya.

Para algunos, esa limitación de tiempo en el plano terrenal conduce a la valentía, la aventura, al despilfarro, a vivirlo todo en el aquí y el ahora.

Nuestra limitante en el tiempo permite resignificar las importancias y las prioridades. Otorga cierto nihilismo positivo a la vida.

Para otros, sin embargo, la limitante mortal frustra, presiona, llena de insignificancias la existencia.

¿Qué tan libre es el albedrío si mi tiempo aquí ya está limitado? ¿Crueldad o bendición la invisibilidad de nuestro cronómetro mortal?

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Muerte es pérdida, muerte es extinción. 

Pero en vida, muerte es nacimiento, muerte es regeneración.

No es solo cosa de budistas, hinduístas o de un credo en especial. La vida prescinde de todos y así llega alguien o algo más.

Nuestras vidas parecen el requisito previo al nacimiento de algo (o alguien) esperemos que mejor.

¿Seremos los experimentos de algún ser que también un día morirá? ¿Seremos las pequeñas muertes que forjan el carácter de ese ser creador?

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Esto de tener tan presente la muerte parece ser cosa de la edad. La ilusión en siempre existir parece una cosa muy lejana de la infancia.

¿Quién querría vivir para siempre?

Qué cosas tan raras le cruzan a una cuando está a punto de cumplir años.